Los Nombres Perdidos

Cuenta la leyenda que hace 500 años, un poderoso mago llamado Lord Pedro creó el hechizo definitivo para someter a la raza humana y comer tantos garbanzos como quisiera. Este letal y peligroso conjuro se podía realizar leyendo las 12 palabras sacras que Lord Pedro acuñó a fuego sobre pergaminos mágicos indestructibles.

Sin embargo, el viejo mago no contaba con la pericia y la astucia de su ayudante Sir José, que viendo el terrible futuro que se cernía sobre la faz de la Tierra, decidió robar los pergaminos mientras el mago reía malevolamente mirando al cielo y lanzando rayos y espantos de fuego. Así, Sir José, aprovechando esta común distracción entre magos, huyó de la guarida con los pergaminos bajo el brazo.

Viendo que era imposible destruirlos decidió esconderlos lo mejor que pudo por la comarca. Y desde hace 500 años, sólo se ha podido recuperar una de las palabras sacras, cuyo pergamino se haya guardado en esta misma biblioteca. Según estudios y diversa rumorología de dudosa fiabilidad, parece que las posibles localizaciones del resto de piezas pueden ser las siguientes:

-El lago. En el misterioso lago que se encuentrá tras pasar las Montañas Sagaces y el bosque, mucha gente dice haber visto momentáneamente una de esas palabras secretas. Sin embargo, nadie se pone de acuerdo en cual es la palabra exacta. Por tanto cabe la posibilidad de que dicho lago albergue más de un pergamino.

-El bosque. Casi nadie ha podido salir del bosque con vida por lo que este rumor es más que dudoso, no obstante dicen los supervivientes que en un lugar donde se oyen misteriosos cánticos han podido contemplar durante unos segundos un papel brillante bajo la hojarasca. También comentan que hay una zona aparentemente inaccesible en el bosque donde puede reposar otro pergamino. Sin embargo, esa zona misteriosa sólo parece que pueda ser encontrada mediante artes oscuras.

-Ruinas diversas. Es casi más que probable que otro de los pergaminos se encuentre entre las ruinas de alguna edificación de la zona.

Parece que estos sitios parecen idioneos para comenzar a buscar, sin embargo, dicen también que sería imposible encontrarlos todos si no se experimenta con el peligroso y suculento arte de la alquimia.